Periplo en el Monte Pindo

Haciendo tiempo para que llegue el veranito y como los cuerpos ya no son lo que eran, pues tenemos que pasar los fines de semana, con aventurillas como las de llegar al Monte Pindo.
Desta vez eramos tres, INks, Porto y yo.
Inks quedó sin aceite a las primeras de cambio, produciéndose inevitablemente un desgaste prematuro en las coronas dentadas de su caja de cambios, llamada vulgarmente "GRIPAMIENTO". ("jripou!!")
Portiyo y yo aguantamos como jabatos, aunque al final, yo pedía auxilio al llegar a la cima.
Niebla, lluvia y fatiga no fueron suficientes para hacer que nos rindiéramos....pero casi.
Aquí unas fotos...