Se redujo la visibilidad a cero, la conciencia perdió su rumbo y la estabilidad contrajo gripe.
Frustración en todos los ámbitos.
La vida se adereza de oscuro matices, quién sabrá lo qué nos depara el Sub-Futuro!!!.
Incertidumbre al respirar y aún así seguimos respirando, moviendo las piernas y caminando.
Todo es gris, profundo malestar, hipotenusa del saber.
Sombras que me muerden en los talones y me avisan de que son ellas las que guían mi vida, no soy yo el que va a la cabeza, sino todo lo contrario; ellas me dirigen al último acto.
Pensar y saber, no sirven de nada en este podrido contexto.
La herrumbre y el moho, amigos infatigables de mi persona.
Tensión enmascarada, que produce fatiga, preguntas sin respuesta y respuestas sin preguntas.
Tú lo sabes, yo lo sé, pero aún así nada cambia, nada cambia, nada cambia.
Crónica de un Viernes....envenenado.
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